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Bienvenidos al Mundo de la Esperanza
Por muy lejos que veas la solución, quizas este a la vuelta de la esquina, asi que nunca te rindas...

"Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza."

Alfred Tennyson
(1809-1892) Poeta inglés

jueves, 7 de octubre de 2010

Un Viejo Lobo De Mar

Era un viejo lobo de mar, un larguirucho caballero curtido, de piel salada, que siempre miraba al horizonte sin bajar nunca la vista a sus pies.
Trabajaba cada día en su barco, lo cuidaba y mimaba como si de un hijo se tratara, le daba todo el amor que poseía, todas las riquezas, todo el tiempo del que disponía... todo era para su barco.

Sus razones nunca las supo nadie, salvo el mismo, y quizás ni siquiera el las entendía del todo.
Cada mañana al despertar, se mantenía unos minutos con los ojos cerrados, mirando en sus recuerdos, atrapando momentos que nunca volverían a repetirse.

Porque este pobre viejo, una vez, fue joven... Y en su juventud su felicidad y su tristeza habían alcanzado medidas desbocadas, unas veces por separado, otras incluso juntas.
Pero su historia no la sabia nadie.

¿Qué puede hacer un pobre hombre, sin nada a lo que aferrarse excepto un raído barco, cuando toda su vida ha pasado de largo y no puede hacer nada para cambiar el pasado?
Porque cometió muchos errores, disfrutó y sufrió por los mismos, tuvo cosas increíblemente buenas, pero sin embargo las malas siempre conseguían ganar, y perdió muchas oportunidades que jamas volverían a repetirse...

Pero yo pienso, ¿era, es, este hombre infeliz?
¿Puede pensar, mientras mira a su horizonte, que su vida no ha servido de nada, que ha sido en vano?

Que le pregunten a esas personas que lo conocieron, que le pregunten a sus familiares, aunque ya no estén, que le pregunten a sus amigos, incluso a sus mascotas...

Que le pregunten a todas esas personas que han sido un poco mas felices en su vida solo por haberlo conocido.



Una vida jamas será en vano, pues depende de muchas otras vidas, vidas en las que influye, en las que deja una marca para siempre. Quizá no sea en todas las que se cruce, pero si en las suficientes como para saber que ha merecido la pena.



Un viejo lobo de mar, en su barco, se pregunta a si mismo que ha pasado con todos aquellos años en los que disfrutó su vida, en los que viajó, conoció mundo, a personas.. e incluso cosas inéditas que ha tenido la suerte de solo conocer él... y su respuesta es que siguen en su recuerdo, que allí permanecerán siempre...


Y que gracias a dios que ha tenido la fortuna de nacer, de crecer, de vivir... porque es lo mas maravilloso que le puede ocurrir a nadie.




Irene Parrilla Solís
6 de Octubre de 2010

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